lunes, 18 de julio de 2011

18 de julio, toulouse, marcos ana



Toulouse es una ciudad espléndida. Estéticamente, algo a medio camino entre Florencia y Sevilla (... ¿Génova? pues la verdad es que nos recordó bastante a Génova, pero toda rosa). Nos encantó. Nos los pasamos de maravilla, comimos mejor aún. Entre otras muchas cosas, vimos la exposición Toulouse, capitale de l'exil républicain espagnol (aquí tenéis información y un vídeo por si tenéis curiosidad; el vídeo es muy cortito pero lo enlazo porque en el mismo canal hay otros tantos vídeos más sobre el tema que lo mismo os pueden interesar) y nos tocó también la fiesta Toulouse l´Spagnole, que lleva haciéndose varios años. Este año estaba dedicada a Cataluña. Vimos una exhibición de sardanas y a Mayte Martín for free. Había más conciertos para ver pero nos fuimos de ruta por el barrio para llegar al Hospital Varsovia, fundado y dirigido por los republicanos en el exilio (aquí tenéis un artículo al respecto; al margen de la polémica que propone, es interesante para conocer su historia) y que forma parte del Recorrido de la memoria organizado y promovido por el ayuntamiento de la ciudad y por su oficina de turismo, con el fin de señalar los lugares más representativos de la actividad política y social de los republicanos españoles en el exilio. También estuvimos en Les Siestes Electroniques, pero eso lo dejo para otro post.


El 27 de junio de 2009, el ayuntamiento de Toulouse bautizó uno de los muelles del río Garona Quai de l'exil republicain espagnol (muelle del exilio republicano español) en homenaje a los exiliados republicanos españoles en la ciudad, que llegaron a representar cerca del 15% de su población. Y es allí donde vimos los conciertos (y de allí es la foto que acompaña a estas líneas). Y sé que sobra que me ponga moñas (sobre todo sobra porque la vida de estos exiliados en Francia no fue precisamente un camino de rosas, sino más bien al contrario) pero no puedo evitar reconocer que lo que vi me emocionó. Porque, pasados los años, qué menos que corresponder a ese sufrimiento irreparable con un cierto reconocimiento que, imposible la justicia a estas alturas, al menos dé un poco de consuelo (tanto a la conciencia del reconocedor como a la memoria del reconocido). Y eso es tan poco, que debería ser tan natural, tan fácil, como respirar (pero no lo es, joder).


En esas nos acordábamos de Marcos Ana (aquí su blog), que en sus entrevistas (aquí una muestra) siempre insiste en una idea: hay que pasar página, sí, pero después de haberla leído. (Y copio de la entrevista que os enlazo) No es posible que después de 40 años de dictadura arranquemos esa página de la historia para que se la lleve el viento del olvido. Hay que escribirla para que se sepa lo que ha pasado en este país. La mejor vacuna para proteger la libertad y el futuro de las nuevas generaciones es la memoria histórica. A mí me van a ver a casa muchos nietos de fusilados que se han enterado hace pocos años que sus abuelos no murieron de pulmonía o en un accidente. Es muy triste que a los 30 años de la democracia eso esté ocurriendo en España. La memoria histórica tendría que ser una asignatura casi obligada en los institutos y universidades, repito, no para volver al pasado porque la venganza no es un ideal político, no quiero vengarme de nada. Quiero mis ideales de justicia y libertad y es la única venganza que me puede compensar los años de prisión. Ideales por los que luchó y murió una generación. Y 75 años después ya va siendo hora de que todo el mundo la lea. Os dejo aquí el que seguramente sea el más conocido de sus poemas:


¿Cómo es la vida?

Decidme cómo es un árbol.
Decidme el canto de un río
cuando se cubre de pájaros.
Habladme del mar. Habladme
del olor ancho del campo.
De las estrellas. Del aire.
Recitadme un horizonte
sin cerradura y sin llaves
como la choza de un pobre.
Decidme cómo es el beso
de una mujer. Dadme el nombre
del amor: no lo recuerdo.
(¿Aún las noches se perfuman
de enamorados con tiemblos
de pasión bajo la luna?
¿O sólo queda esta fosa,
la luz de una cerradura
y la canción de mis losas?)
22 años. Ya olvido
la dimensión de las cosas,
su color, su aroma… Escribo
a tientas: "El mar", "El campo…
Digo "Bosque" y he perdido
la geometría del árbol.
Hablo por hablar de asuntos
que los años me borraron.
… … … … … … …
(No puedo seguir: escucho
los pasos del funcionario).


PD1: hace un par de años se publicaba El árbol talado que retoña, una obra colectiva en homenaje a Marcos Ana editada por El Páramo, la Fundación de Investigaciones Marxistas y la Fundación por la Europa de los Ciudadanos. Contó con un buen puñado de amigos míos y de poetas y artistas gráficos a los que admiro (todos los nombres aquí), entre ellos, Enrique Cabezón con este poema:


decidme cómo es el poeta
contadme el gemido y el temblor de sus hojas de parra
el gorjeo del verbo como el chapoteo de un crío en los charcos del tiempo
cómo evitó la vergüenza de omitir lo que dolía
aún incluso la manera en que bautizó lo que todavía duele
habladme de sus manos sarmentosas como raíces
hundidas como un rabo en la tierra y el polvo de los años
dueño de una simiente que cambiará el mundo

habladme del padecimiento y la ruina
de las máscaras y los desastres naturales
no olvidéis los incendios y la esperanza quemada
los ojos que se inundan como los campos baldíos
los ojos imperturbables de los asesinos
el abrazo tenebroso de la inanición y la anorexia
no olvidéis a los tahúres y a los fanáticos
no obviéis a los que viven en la calle
el ejercito de la mano de la muerte
la policía de la mano de la sangre
no calléis lo triste y la vergüenza
decidme cómo es el poeta

habladme de lo que a tientas ha construido
la luz que encontró cuando escarbó en sus entrañas
recordadme el compromiso con la furia que asumió hace años
el aroma épico de querer intervenir y no rendirse
habladme de lo que a tientas ha perdido

no olvidéis lo que le debemos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonito texto, bonita ciudad, buenos poemas.

Gracias por ello.

carmen beltrán falces dijo...

gracias a ti, eres muy generosa (o generoso, que estas cosas del anonimato es lo que tienen ;) )

el texto se queda muy muy cortito para lo que me hubiera gustado decir hoy, pero bueno, qué sé yo; la ciudad sí que es preciosa y los poemas excelentes

gracias otra vez